Vistas de página en total

martes, 20 de marzo de 2012

"Un Ex Costalero con dos angelitos"

   Hay una cierta finalidad, seca y a veces brutal, en este momento cuando una persona utiliza el prefijo "ex" para referirse a sí mismo. Mis 32 años en El Coronil están marcados de una manera innegable por mi vida debajo de las trabajaderas. No conozco ni una Semana Santa en El Coronil sin ser nazareno o costalero. El hecho de formar parte de la cuadrilla de costaleros del Cristo llegó a representar el aspecto más importante de mí. Sin duda esa gran suerte ha contribuido mucho a mi felicidad en los últimos años. El cariño de todos vosotros desde el primer año y vuestro apoyo incondicional a todos mis proyectos, en especial la futura Asociación de Costalero,es como agua de mayo para un alma con tanta sed de encontrar un sitio en el mundo. En esa familia tan extendida que es la del costalero tengo mis 54 hermanos. Casi nunca pasa un día sin topar con un hermano costalero y encontrarme enseguida envuelto en un abrazo fraternal tan sincero como efímero. Que orgullo es pertenecer a un colectivo tan privilegiado. Pero es más,la oportunidad de salir de costalero durante años me ha permitido el lujo de cumplir uno de mis sueño de mi vida. Quizás nunca podría agradecer lo suficiente a las Hermandades y a mis hermanos costaleros por este regalo tan precioso. Por supuesto tengo miedo de dejarlo. Solo pensarlo se convierte en una pesadilla. ¿Va a cambiar mi relación con El Coronil?. ¿Va a romper mi lazo espiritual?. ¿Va a cambiar mi pensar sobre el costalero?. Ya no volveré a conocer esa mezcla de olor y alegría que solo puede entender otro costalero. Nunca me volveré a quitar "el mono de la madera", algo que afecta a todos los costaleros, con el primer ensayo del año. Nunca volveré a gozar del calor humano por estar arropado por tantos amigos de buen corazón mientras escuchamos una marcha desde abajo, todos recordando a un ser querido. Y es este el motivo de mi salda: él recuerdo de mis dos luceros que se marcharon demaciado pronto al cielo, sin ni siquiera poder haber visto un rayo de luz, sin haber olido una gota de incienso, sin poder haber oido a su madre, ¿ ahora entedeis porqué?. Me hubiese gustado compartir trabajadera con mi Antonio Miguel, en él veo reflejado mi ilusión, nerviosismo y amor a la trabajadera, él es el apropiado para seguir mis pasos. Pero esta desgracia de haber perdido a mis gemelos tan prematuramente ha acelerado mi decisión. Este iba a ser mi último año porque para el año que viene iba a tener a mis gemelos en la cofradía. Le iba a ceder mi costal a Antonio Miguel, para que siguiera llevando cada Viernes Santo mi costal al convento. Tengo un gran dolor por haber perdido a mis angelitos, pero no se me olvida a mis 54 hermanos, entenderéis que mi intención es irme lo mas lejos posible para no escuchar ni un toque de tambor, pero aunque este lejos mi corazón estará con vosotros, en cada levantá, agachá, revirá y en esos momentos en los que se viene el cuerpo abajo, yo os levantaré el alma.

  Me alegra pensar que aún me quedan muchas Semanas Santas. Claro que las veré desde otra perspectiva, pero estaré cerca de mis hermanos costaleros, y de mis Cristos. Quizás soy ex costalero pero nunca dejaré de llevar a mis Cristos en mi corazón. Ahora son ellos los que están con mis gemelos y bentito sea el momento en el que me reúna con ellos, mientras tanto espero compartir muchas Semanas Santas con vosotros hermanos costalero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario